Surgido a fines de los '90, es uno de los 4 canales comunitarios con lugar en la grilla.
Es lunes a la tarde y las máquinas de IMPA están apagadas. El
silencio perturbador de la fábrica en reposo impide imaginar la
revolución que ocurre en el cuarto piso. Allí, detrás de una puerta
metálica que aísla el olor que deja la transformación industrial del
aluminio, unas diez personas corren de un estudio a otro preparando todo
para la grabación de La política por otros medios, uno de los programas
que componen la grilla de Barricada TV, el primer canal comunitario de
la Ciudad en llegar a la Televisión Digital Abierta y que, desde mañana,
se podrá ver en el canal 32.1.
"Barricada no es solo un canal de
televisión. Es una herramienta de un proyecto más grande de
transformación social", explica Natalia Vinelli a Tiempo antes de
iniciar la grabación del programa. "Una herramienta que pueda acompañar a
los que vienen peleando, y más ahora", completa una de las referentes
del canal.
Barricada TV es una de las cuatro señales comunitarias
que ganaron los concursos de la Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual (AFSCA) a fines de 2015 para salir por TDA.
Habían pasado cinco instancias de revisión técnica con el puntaje
máximo. Pero la buena noticia llegó dos días después del balotaje
presidencial. Luego vinieron los decretos que voltearon la "ley de
medios", la desaparición de la AFSCA y el retroceso en las políticas de
fomento de pluralidad.
Un año les llevó lograr que el Enacom
reconociera que Canal 13 estaba transmitiendo ilegalmente en su
frecuencia y les asignara otra (ver aparte). Pero en la calle se forjó
esta iniciativa y allí pretenden seguir. De ahí, también, el nombre del
canal.
Los inicios
"Barricada es un
proyecto que surge en el año '98 en el contexto del movimiento piquetero
con las experiencias de cine militante. Ahí ya empezó a salir la idea
de hacer un canal de televisión, aunque era apenas un sueño", cuenta
Vinelli, integrante del grupo fundador. "Después de 2001 empezamos a
trabajar haciendo emisiones de televisión con el Movimiento de
Trabajadores Desocupados Teresa Rodríguez. Llevábamos un pequeño
transmisor, subíamos una antena al punto más alto que pudiéramos,
hacíamos un set de TV y emitíamos. Era impresionante lo que pasaba en el
barrio: era el impacto de ver personas que nunca habían tenido
posibilidad de expresar en la TV sus problemas, sus intereses y sus
demandas", recuerda.
Claro que no era un lenguaje televisivo,
reflexiona Vinelli. Eso los llevó a organizar talleres de formación en
TV y, en 2008, a iniciar el primer noticiero popular.
Una de sus
primeras ediciones fue la cobertura de una protesta para modificar la
Ley de Radiodifusión de la dictadura. El programa que entonces fue
subido a YouTube llevaba el reclamo de que los medios comunitarios
fueran incluidos en el proyecto de lo que sería la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual. El miércoles próximo, la nueva emisión del
noticiero será la primera transmisión en vivo del canal y podrá ser
vista por TDA en toda el AMBA.
El desafío de la masividad
"De
entrada nos propusimos hacer un canal lo más profesional posible.
Entendemos que si vamos a hablar de TV alternativa no quiere decir
berreta o mal hecha", aclara Vinelli, que bucea en la comunicación
popular desde su época de estudiante (y luego docente) en la Carrera de
Comunicación Social de la UBA. "Si queremos superar el cerco de los que
piensan como nosotros, tenemos que llegar a un público más amplio. Y eso
quiere decir pensar en una programación que tenga profesionalidad, una
preocupación estética, que se escuche bien, que pueda ser entretenida.
Esa es nuestra intención, la pelea por la masividad".
El mate
circula en el sala de producción y por los monitores se ve a los
camarógrafos acomodando la escenografía. Uno se sienta en la silla del
invitado y prueba el micrófono, las luces. Hay chistes y nervios.
"El
tipo de periodismo que queremos hacer es autogestionado, y estar en una
fábrica recuperada nos iluminó mucho", añade Vinelli. "Porque acá te
encontrás con un grupo de laburantes que puso en marcha una fábrica y se
ocupó de todas las zonas que no eran de producción y que se supone que
estaban reservadas para otros saberes. Demostraron que se puede
sostener, hacer balances, marketing y colocar en el mercado capitalista
los productos que producen. Eso nos marcó la pauta", añade.
Lucía
Maccagno ceba un mate más y asiente a su lado. Ella tiene a cargo muchas
de las cuestiones burocráticas y aprendió en estos años a llevar la
parte contable y la búsqueda de financiamiento. También cuenta que para
entrar en la disputa por la atención del público, Barricada pensó una
programación inicial de 14 horas diarias que luego se irá incrementando.
Además
del noticiero, contarán con programas de economía, de cultura y de
deportes. Qué culpa tiene el tomate será su programa de cocina y tendrán
otro de discapacidad, que surgió por iniciativa de un vecino. El barrio
y las empresas recuperadas también tendrán su espacio, así como el
programa sobre medios y política.
"Hacer las cosas chiquitas no
nos conviene, no les conviene a los trabajadores, ni al pueblo", provoca
Vinelli. "Nos han acostumbrado a conformarnos con los márgenes, pero
tenemos que tratar de hacerlo crecer porque no solo proponemos otra
comunicación sino un mundo en el cual no haya exclusión. Entonces, los
medios que tenemos que construir tienen que estar a la altura o asumir
el desafío de disputar sentido". «
Un intruso llamado Clarín y el aumento de potencia
"El
lunes pasado teníamos como 200 mensajes de WhatsApp desde Pacheco,
Moreno, Quilmes y hasta de Carmelo (Uruguay)", cuenta Lucía Maccagno,
una de las jóvenes integrantes de Barricada TV. Eran televidentes que
respondían al pedido que se cruzaron en pantalla al hacer zapping.
El
mecanismo le servía a Barricada TV para testear que la señal llegara
bien y que no hubiera ninguna sorpresa, como la que sufrieron en 2016 al
ver que su señal apenas alcanzaba cuatro cuadras. En el resto de la
Capital se veía a Canal 13, que tenía una autorización precaria para
experimentar en esa frecuencia.
Un año les tomó ser escuchados por
Enacom que, en lugar de respetar lo que habían ganado por concurso, los
corrió al canal 32.1. Eso les generó costos inesperados por los que no
fueron indemnizados (hay equipos específicos que ya habían adquirido y
otros que tuvieron que adaptar), pero también les permitió mejorar su
alcance. Como Barricada también tiene licencia de operador, Enacom les
pidió que transmitan la señal de Comarca Si, de Vicente López, algo que
implicó una mejora en el radio de cobertura de 11 a 17 kilómetros.
Fuente: Tiempo Argentino